Después de aprender lo que la Biblia nos enseña del amor y cuidado de Dios, ninguno podrá ser el mismo. La fe creció, así como el anhelo por estar en la casa del cielo.
Mi agradecimiento más grande es a Jesús por dar su vida para que tú y yo podamos vivir con él para siempre.
Gracias a la directora del programa, a los coordinadores, a cada consejero, ayudantes y tripulantes, su disposición y entrega al trabajo y al servicio a Dios son inspiradores. Seguro que Dios tiene preparada para cada uno su corona.
Gracias a todos los niños que asistieron, fue una alegría disfrutar de esta experiencia juntos, sigan buscando conocer más a Dios y crecer en él.
Gracias a los padres de los niños por desear que sus hijos alimenten su alma y espíritu; recuerden que el conocimiento de la Palabra de Dios es la mejor de todas las herencias.
Gracias al Pastor Israel por su gran entusiasmo y apoyo en lo que emprendemos juntos, por nuestros hijos Gael e Ivanna que nos inspiran más a amar a Dios y a los niños, y gracias a Dios por dos grandes tías que me han apoyado sin descanso para poder servir con más libertad en la obra.
Y Gracias a todos los que son la Iglesia San Pablo por ofrecerse a preparar y participar de programas tan especiales para los niños, compartiendo una experiencia que nos une más en el servicio al reino.
En el amor de Cristo:
Pastora Egla Chávez de Huerta
Pastora Egla Chávez de Huerta